Empoderar a las agricultoras de todo el mundo

En 2019, Erin Thomas viajó a Guatemala para visitar un colectivo agrícola de mujeres patrocinado por la organización humanitaria mundial CUIDADO. Allí conoció a Sandra Xiquin, una ex jornalera que ahora dirige el colectivo.

“Nos invitó a su casa y nos contó su historia”, dice Thomas, director sénior de la Fundación PepsiCo. “Sus dos hijos pequeños necesitaban uniformes especiales para una celebración de vacaciones escolares. Ella no podía permitírselos. Fue tan doloroso para ella, tan vergonzoso, que decidió que tenía que hacer algo”. Así que Xiquin se unió al colectivo que ahora dirige y le proporcionó capital y capacitación que la ayudaron a cultivar un terreno, sacar a su familia de la pobreza y construir una casa.

Le hizo ver a Thomas por qué muchas agricultoras de todo el mundo necesitaban una ayuda similar. "Los datos muestran que si las agricultoras tuvieran el mismo acceso a los recursos que los hombres, podría aumentar significativamente la seguridad alimentaria y reducir potencialmente la cantidad de personas hambrientas en el mundo hasta en 150 millones", dice.

Y así, en 2019, la Fundación PepsiCo anunció que donaría $18.2 millones a Ella alimenta al mundo, un programa global creado por CARE para empoderar a mujeres como Xiquin en todo el mundo.

Pero Thomas no quería detenerse en el apoyo financiero. Quería ayudar a estas mujeres a contar sus historias y aumentar la conciencia sobre los desafíos de la desigualdad de género que hacen que sea tan difícil para las mujeres trabajar como agricultoras.

Entonces PepsiCo lanzó Cerrando la brecha de cultivo, una campaña que destaca a las mujeres de todo el mundo y aborda una de las principales causas de la inseguridad alimentaria: la desigualdad de género.

“Queríamos que la campaña fuera global y queríamos asegurarnos de que las diferentes voces estuvieran representadas”, dice Madison Dowswell, gerente sénior de marketing digital global. Ella y su equipo pasaron meses colaborando con CARE para identificar a cinco agricultoras que formaban parte de She Feeds the World y se sentían cómodas contando sus historias. “Muchas mujeres tenían miedo de hablar sobre algunos de los problemas que enfrentan, ya sea por temor a una reacción violenta o porque no es una norma cultural que lo hagan”.

Los agricultores hablaron sobre las barreras culturales, las leyes de uso de la tierra o los prejuicios arraigados que tienen que superar para tener éxito. Eman Zahrawy Hassan, una viuda egipcia con cuatro hijos, desafió las costumbres locales y ella misma cultivó los campos. “Deja que la gente hable”, dijo. "No me importa." Un productor lechero llamado Sam Schwoeppe en Indiana se cansó de que le preguntaran, ¿Está tu papá o esposo por aquí? “Tomé medidas para construir mi propio asiento en la mesa”, dijo. Y cuando Sunita Bai trató de asistir a talleres agrícolas organizados por CARE en su aldea rural en la India, su suegra dijo que no tenía sentido porque Sunita era analfabeta. Ella fue de todos modos. Ahora Sunita está tratando de cambiar las leyes para que las mujeres puedan ser dueñas de fincas.

Con el tiempo, se proyecta que aproximadamente 5 millones de agricultoras y sus familias obtengan la capacitación, los materiales y el apoyo para hacer crecer sus negocios agrícolas a través del apoyo de la Fundación PepsiCo. She Feeds the World tiene como objetivo ayudar a las agricultoras a cerrar la brecha de sus cultivos logrando un acceso sostenido a los mercados y una fuente constante de ingresos.

“She Feeds the World anima a las mujeres. Les ayuda a alimentar y mantener a sus familias y apoya la prosperidad de otros miembros de la comunidad”, dice Thomas. “Y esta es solo una de nuestras asociaciones que está marcando una diferencia real en las comunidades de todo el mundo donde trabaja PepsiCo: tenemos docenas de programas activos como este. Las décadas de nuestra Fundación de invertir en impacto social y ayudar a alimentar el potencial de los vecinos donde trabajamos y vivimos es otro ejemplo de lo que hace grande a PepsiCo”.